La Psico-Vigilancia de la salud es tarea de todos. Algunas cifras:
Un 53% de los trabajadores sanitarios presentan valores compatibles con estrés postraumático, tras la primera oleada de atención hospitalaria por coronavirus.
Casi un 80% de los sanitarios presenta síntomas de ansiedad que, en un 21,2% de los casos, son compatibles con trastorno de ansiedad severo.
Se observan también síntomas depresivos en el 51,1% de los trabajadores, de los cuales, el 5,6% pueden ser compatibles con depresión severa.
Estudio llevado a cabo por el Laboratorio de Psicología del Trabajo y Estudios de Seguridad de la Universidad Complutense, a través del cual se ha valorado el impacto emocional entre el personal sanitario, consecuente al trabajo desarrollado durante la pandemia del COVID-19.
ES URGENTE E IMPORTANTE: Si eres amig@, compañer@ de trabajo, familiar, jefe, educador, fisioterapeuta, masajista, entrenador/a, esteticista, peluquer@, empresario… de algún INTERVINIENTE (cliente, empleado, compañero, alumno…) que haya estado más expuesto a los diferentes estresores que ha traído consigo el afrontamiento de la pandemia y sus consecuencias psicológicas, te recomendamos que NO permitas que únicamente te cuente someramente lo que ha vivido, exprese muy por encima el desgaste emocional que ha experimentado estos meses atrás y termine despidiéndose de ti «corriendo un tupido velo, como si aquí no hubiera pasado nada o pensando que el tiempo lo cura todo».
Promovamos la Psico-Vigilancia de la salud de los profesionales intervinientes en primera línea (sanitarios, militares de la UME, bomberos, policías…), instándoles a adoptar medidas urgentes de autoprotección psicológica necesarias para poder estar preparados y ser resilientes durante la emergencia sanitaria y ante un posible rebrote.
Debemos procurar cambiar la creencia que nos convierte a los psicólogos en la última opción o sólo adoptarla cuando ya es demasiado tarde, es decir, cuando aparecen las secuelas psicológicas debidas a la emergencia sanitaria.
La psicoprevención debe ser asumida por parte todos los profesionales antes mencionados, aquellos que estáis ofreciendo vuestros servicios a uno de los sectores de la población que ha quedado en un estado de mayor vulnerabilidad psicológica, puesto que necesitamos que sigan siendo los encargados de velar por la salud y la seguridad de toda la población.
TODOS tenemos la responsabilidad de vigilar la salud emocional de las personas de nuestro entorno (amigos, familiares, compañeros de trabajo) o de quienes acuden a nuestros servicios profesionales (clientes, alumnos, pacientes).
Los psicólogos estamos capacitados para dotar de unas herramientas básicas que permitan a los intervinientes tener un rendimiento y una salud psicológica óptima para el día a día, y de esta forma, puedan ellos a su vez, brindar la mejor atención posible a los ciudadanos que están sufriendo más durante esta crisis:
- Psicoeducación para informar acerca de los riesgos psicológicos de intervenir profesionalmente en la emergencia sanitaria.
- Pautas para aprender a compaginar su intervención profesional, con sus situaciones personales y/o familiares.
- Claves para la autoprotección psicológica orientadas a la psicoprevención en aquellos intervinientes expuestos a situaciones de elevado impacto emocional.
Todas las personas somos un bien preciado que merece ser cuidado. Para cuidar hay que cuidarse.