Hemos comprobado que hay un gran desconocimiento sobre el acoso laboral, también llamado acoso moral o mobbing, y sobre cuáles son las estrategias de afrontamiento más eficaces para que la víctima deje de sufrir menoscabo moral.
¿Cómo sé si estoy sufriendo menoscabo moral?
El menoscabo moral es una tortura psicológica directa o a tus espaldas, en forma de discriminación, continuo hostigamiento a través de amenazas, descalificaciones, desencuentros, menosprecios, desplantes, humillaciones, intimidaciones, haciéndote el “vacío”, ejerciendo un exceso de control en el desempeño de tus funciones para detectar errores, sobrecargarte o justo todo lo contrario, no permitiendo que ejerzas correctamente tu labor o asumas tu responsabilidad.
Ten en cuenta que la persona que agrede tiene un “modus operandi”, a veces incluso se siente víctima de sus propias circunstancias, traduciéndose todos sus complejos, inseguridades y carencias en aires de superioridad, actitud dominante, egoísta y manipuladora. Sin embargo, el perfil más frecuente de la víctima no es de persona débil ni frágil, para nada!!!. Seguramente tú seas una persona perfeccionista, muy capaz, con talento, mucho potencial y comprometida con su puesto de trabajo…
El agresor o la agresora puede pretender que abandones la empresa y evitarse la indemnización por despido, desprestigiándote o marginándote para que te sientas persona no grata o discriminada. Es posible que simplemente pretenda apartarte para que dejes de ser una “amenaza”. Sí, sí, ¡¡¡quítate la venda ya!!!, debajo de esa apariencia, la persona que te está agrediendo también tiene muchos miedos. No lo estamos justificando, sólo pretendemos que sepas que es una fachada, la persona que agrede es un/a impostor/a muy entrenado/a. ¿Y por qué tener tanto miedo de alguien así?
Si eres víctima de acoso laboral, tu cuerpo comenzará a parar lo que tu mente se niega a aceptar.
¿Cuáles son los síntomas o señales más frecuentes que debes tener en cuenta si sospechas que estás sufriendo acoso laboral?
El menoscabo moral tiene un gran impacto emocional en la víctima por atentar contra su dignidad, padeciendo un elevado sufrimiento y un deterioro psicológico, que lamentablemente resulta muy difícil de demostrar, frenar o valorar… Presta atención a estos síntomas para que puedas identificarlo:
- Te cuesta controlar el llanto.
- Padeces insomnio continuo, te cuesta conciliar el sueño, tienes despertares nocturnos o tu sueño no es reparador o tienes muchas pesadillas.
- Te bajan las defensas, experimentas malestar de estómago, dolores de cabeza o infecciones habituales.
- Te sientes insegur@, con baja autoestima, autoconfianza, autoeficacia y seguridad.
- Sufres pérdidas de memoria.
- Muestras irascibilidad y desconfianza hacia las personas.
- Tienes sentimientos de indefensión, desesperanza o de que no te reconoces.
- Padeces síntomas de estrés, crisis de ansiedad o ataques de pánico.
- Experimentas más miedos y paranoias.
- Se te pasan por la mente ideas de suicidio, como única alternativa para frenar la situación.
- Percibes que tu entorno no comprende lo que te está pasando, ni sabe cómo ayudarte.
- Tienes cierta tendencia al aislamiento o a refugiarte en casa viendo series una tras otra, escuchar música, conectarte a internet o a las rrss sin control…
Si soy víctima de acoso laboral o mobbing, ¿qué puedo hacer?
- Lo primero, deja de negar lo evidente, toma conciencia de tu estado de salud, identifica lo que está pasando, “quítate la venda de los ojos” y no esperes que te ayuden los “testigos mudos”. La persona que te está menospreciando moralmente, no va a ser NUNCA benévol@, compasiv@ o razonable, ni tampoco tengas esperanzas de llegar a un acuerdo de forma pacífica, hablando claramente las cosas, siendo asertiv@, intentando complacerle o siendo buen@ con él/ella, la situación no se va a frenar, sino todo lo contrario, sentirá que puede dominarte o manipularte aún más.
- Si la situación te desborda y estás experimentando la mayoría de los síntomas que hemos descrito con anterioridad, es necesario pedir ayuda profesional especializada lo antes posible para recuperar tu salud y calidad de vida, la autoconfianza, los sentimientos de autoeficacia, así como tu propio bienestar personal y profesional.
- Además, siempre puedes denunciar esta situación que estás sufriendo, para que la autoridad competente tome medidas y defiendas correctamente los derechos que han sido vulnerados. Es muy probable que se necesite un diagnóstico pericial médico, que lamentablemente no siempre toman en consideración los jueces, pero este tipo de medidas legales son mucho más frecuentes de lo que te imaginas, aunque un porcentaje muy bajo, gana los casos de maltrato laboral. Todos los procesos de demanda judicial por acoso laboral que se pierden, consiguen por desgracia que la persona que está agrediendo moralmente a las víctimas quede impune, haya más víctimas, se haga cada vez más poderos@, más manipulador/a y algunas de estas empresas que mantienen en sus plantillas a este tipo de personas, sean cómplices de la falta de salud mental de nuestra sociedad, por no darle la suficiente importancia a la defensa de la dignidad de TODOS sus empleados.
- Es crucial que estés preparad@ psicológicamente para gestionar recaídas o secuelas por falta de comprensión y apoyo en todos los ámbitos, también es frecuente sentirse culpable, percibir incomprensión y falta de credibilidad incluso en el entorno personal o familiar. Ten en cuenta que siempre va a haber más víctimas como tú y suelen ser del mismo agresor o agresora que es expert@ en manipular a las personas, quien a su vez presentará testigos cómplices que “mienten” y dan “falsos testimonios”.
- Posiblemente el mismo día del juicio o previamente, te recomienden no demandar por acoso laboral y te “inviten” a negociar con la empresa sin tener en cuenta el daño moral. Esto siempre lo puedes sopesar porque eres adult@, como en todas las decisiones que tomas, hay pros y contras, costes y beneficios. En estos casos, suele haber vacíos o irregularidades legales, algunas sentencias son injustas, a veces hay ausencia de apoyo institucional y las inspecciones sanitarias durante las revisiones periódicas son traumáticas.
- Si decides denunciar tu situación a otros puestos de responsabilidad de tu empresa, compañeros o presentar una demanda, también es importante que seas realista porque siempre hay mucho “miedo a apoyar a la víctima por si les perjudica”, es decir, en general las personas dentro de las organizaciones, desempeñen o no un puesto de responsabilidad, prefieren “cubrirse las espaldas y salvar su puesto”. Por este motivo, te recomendamos encarecidamente que te prepares psicológicamente durante TODO el proceso por una posible “revictimización o victimización secundaria”, es decir, por si se “abren las heridas que aún no se han curado del todo”.
Ya para terminar, si crees que estás en situación de denunciar, siempre tienes la opción de hacerlo, teniendo en cuenta todo lo anterior. Todas las personas en algún momento hemos sido víctimas de acoso, no sólo te está ocurriendo a ti, incluso hemos sido testigo del acoso a otros/as compañeros/as. Como sabes, en nuestra sociedad el maltrato ya se gesta en la edad escolar, siendo un fenómeno que hay que frenar urgentemente, pero no tan sencillo de lograr. Siendo ya personas adultas no nos queda más remedio que enfrentarnos con nuestros propios recursos, no esperar a que otros nos defiendan, o pedir ayuda profesional si fuera necesario, para aprender estrategias eficaces de afrontamiento.
Entonces, ¿vas a dejar en manos de este tipo de personas tu salud, tu puesto de trabajo o tu futuro? ¿vas a dejar de ganar el dinero que te da de comer a ti o a tu familia? Tu eres lo más importante de tu vida, ¿lo sabías?
“Si nunca has sufrido el ataque de la mosquit@ muert@ es que no tienes vida laboral, ignóral@ y concéntrate en tu objetivo, es lo que más le molesta”