El «tiempo de calidad» es algo que buscamos en todas nuestras relaciones personales, especialmente cuando hablamos del tiempo que compartimos en familia. Hacemos fotografías a casi todo, pretendiendo así conservar al máximo los momentos especiales que forman parte de nuestra base emocional y de nuestras experiencias… aunque en un tiempo, no solemos recordar casi ningún detalle. Además, hay que añadir el mensaje que hemos «comprado» los padres y las madres: «En el agitado mundo que vivimos, en el que a veces ambos trabajamos fuera de la casa, debemos asegurarnos poder compartir un «tiempo de calidad» con nuestros hijos…
Y yo me pregunto, ¿somos conscientes de las consecuencias de compartir «tiempo SIN calidad» aunque creamos lo contrario?
¿En qué consiste «compartir tiempo SIN calidad»?
- Trabajar una jornada interminable, y llegar a casa cuando están a punto de irse a dormir nuestr@s hij@s.
- Gastar mucho dinero en llevar a nuestr@ hij@ a un lugar o evento que pensamos que será una experiencia inolvidable… y luego no es para tanto, porque no fue algo que ella/él quisiera realmente hacer. ¿Es posible que tú quisieras ir porque querías que te vieran como el mejor padre o la mejor madre, intentando compensar todas las veces que no te sientes así?
- Empezar a jugar con l@s hij@s y, si recibimos una llamada o whatsapp, INTERRUMPIR en el acto el juego, pedir disculpas y atender la llamada, contestar el whatsapp… cambiando en ese momento nuestras prioridades. Por supuesto, todo lo podemos llegar a interpretar como una interrupción inevitable («es una llamada de trabajo…») a la que DEBEMOS atender sí o sí, lo primero es lo primero…
- No dejar nada a la espontaneidad, siendo rígid@ en tus planteamientos o formas de jugar. ¿Cómo vas a CONECTAR con tu hij@ si a lo que juega, TE ABURRE o lo que le gusta, NO TE INTERESA?
- Delegar lo indelegable, educarles es nuestra misión, no la de otros (abuelos, hijos, tíos, profesores…).
- Aparentar que estamos «disponibles» cuando realmente no lo estamos, por los motivos que sean… aunque estemos presentes físicamente. Y te preguntarás, ¿por qué me demandan tanto?
- Es renunciar a tus propios proyectos por dedicarte a criar, pero a la vez te sientes muy arrepentid@ y frustrad@. Esta «factura» siempre vamos a intentar «cobrárnosla» tarde o temprano.
- Es aprovechar su presencia, para criticar a la pareja o a cualquier otra persona de tu entorno. Luego te preguntarás: ¿de dónde habrá sacado este niño ese carácter?
- Es organizar planes EN FAMILIA (nosotros y nuestr@s hij@s), a los que se suman SIEMPRE amigos, otros familiares (abuelos, tíos, primos…).
¿Qué implica entonces educar «estando de verdad»?
- Es la unión del interés real y la atención.
- Es escuchar DE VERDAD y tener conversaciones genuinas, teniendo un interés REAL acerca de lo que nos están contando.
- Es ir más allá de «¿qué tal el cole? Bien, ¿qué has comido?… Y dejarás de decir a tus amistades o familiares que tu hij@ no te cuenta nada…»
- Es desconectarNOS del móvil, tablet, PC… o de otros pensamientos cuando estamos con ell@s.
- Es desayunar, comer y cenar sin ver la TV, y sin tener el móvil encima de la mesa. Consiste en conversar sin ese «ruido de fondo», compartiendo el día a día, no como si tuviéramos que «dar el parte», sino teniendo cabida los sentimientos, un sincero interés por conocernos y comunicarnos.
- Si suena el teléfono, dejamos que el contestador responda o hablamos brevemente… decimos a la persona que le devolveremos la llamada o el mensaje. Pregúntate… ¿qué es prioritario para mi en este momento?
- Si recibimos un whatsapp, ¿somos capaces de aguantar las ganas de verlo y responder inmediatamente? Cuando tu hij@ sea adolescente, le criticarás que está pegado/a al móvil todo el tiempo, ¿y tú? ¿estás dando ejemplo?
- Es además tener un tiempo en exclusiva con nuestr@ hij@. En esos momentos, aprovechará para hablar acerca de lo que necesita contarte (y no sólo cuando tú le preguntas al salir del cole, cuando regresa de la extraescolar o del campamento…).
- Es que YA DEJE DE SERVIR este mensaje tan extendido: «Con X minutos al día es suficiente «TIEMPO DE CALIDAD» para educarles, darles el amor, los cuidados y la atención que necesitan de nosotros».