¿Quién no ha visto alguna vez una película romántica y ha deseado vivir una historia así?
Una historia donde no hace falta decir lo que pensamos porque hay tal conexión, que una sola mirada es suficiente para saber lo que necesitamos, una historia donde cualquier dificultad sea de la índole que sea es superada triunfando siempre el amor, una historia donde hay tal complicidad que hasta los orgasmos son simultáneos, una historia que como dice la canción tú no eres sin mí y yo solo soy contigo.
Pero ¿realmente existe un amor así? Incluso me atrevo a ir un poco más lejos ¿sería un amor sano? El cine tiende a recrear mitos del amor romántico que son dañinos y que, en mayor o menor medida, hemos ido interiorizando desde la niñez pero no por ello son ciertos.
Mito: El amor todo lo puede y volverá a ser como al principio.
En las películas nos muestran esta faceta del amor super-todo-poderoso. Tengamos cuidado con creernos esto al pie de la letra porque aunque en el cine siempre enseñan el lado bonito, también está el lado menos bonito, pudiendo vernos en una relación de pareja tóxica o desgastada, pensando que esa situación cambiará porque el «amor todo lo puede y quiero que vuelva a ser como al principio».
Mito: Busco a mi media naranja.
Este quizás sea el mito por antonomasia, la creencia que para estar completo o completa y en definitiva para ser feliz, tengo que encontrar a mi alma gemela que será la que de sentido a mi vida. Esta idea nos lleva a creer que tenemos que saber en todo momento lo que necesita la otra persona y viceversa (que para eso es mi otra mitad). Creernos esto nos lleva a experimentar frustración y decepción porque la realidad es bien distinta, y «sólo con una mirada» no comunicamos nuestros deseos.
Mito: Los celos como muestra de amor.
El cine ha recreado esta idea de celos=amor. Pero los celos no son signos de amor sino de inseguridad, dependencia y falta de confianza personal y en la pareja. No pensemos que queremos o nos quieren más por sentir celos, más bien pensemos que no podemos coaccionar al otro para sentirnos seguros o seguras al igual que tampoco podemos dejarnos ser coaccionados o coaccionadas para la tranquilidad de nuestra pareja.
Mito: Relaciones sexuales sincronizadas.
El cine ha recreado esta idea de sincronización orgásmica hasta la saciedad, por no decir que el patrón de estas relaciones siempre es coital… pero me iría del tema que hoy abarcamos. Creer que esto es así nos lleva a vivir las relaciones sexuales con ansiedad, a estar pendientes de cuáles son los tempos de mi pareja para intentar adaptar los míos, cosa que no va a suceder porque cada persona es diferente y tiene los suyos propios.
Recuerda: No todo lo que nos muestran en las películas es tan bonito, y mucho menos real, ¿seguro que quieres seguir viviendo un amor de película?